Resumen del Decreto 422/2025 sobre el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG)
Contexto y Marco Legal
- Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG): Organismo creado por la Ley N° 26.548, con el objetivo de obtener, almacenar y analizar información genética para esclarecer delitos de lesa humanidad cometidos en el ámbito del Estado Nacional hasta el 10 de diciembre de 1983.
- Dirección Técnica: La Ley establece que el BNDG debe contar con un Director General Técnico, profesional en Bioquímica o Biología Molecular, con experiencia en Genética Forense, designado por el Poder Ejecutivo Nacional mediante concurso público por un período de 4 años, con posibilidad de reelección.
- Reglamentación: El Decreto N° 38/13 y su modificatorio regulan el procedimiento para el concurso público para el cargo.
- Transformación del organismo: El Decreto N° 351/25 convierte al BNDG en un organismo desconcentrado dependiente de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
Contenido del Decreto 422/2025
- Prórroga de designación: Se prorroga la designación de la Dra. Mariana Herrera Piñero como Directora General Técnica del BNDG desde el 17 de mayo de 2025.
- Duración de la prórroga: La prórroga se mantendrá vigente hasta que se realice el concurso público de oposición y antecedentes correspondiente y se designe oficialmente al nuevo titular.
- Financiamiento: Los gastos derivados de esta prórroga serán cubiertos con partidas específicas de la Jurisdicción 25 – Jefatura de Gabinete de Ministros, Subjurisdicción 5 – Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.
- Disposiciones finales: Se ordena la comunicación, publicación y archivo del decreto.
Importancia
Este decreto garantiza la continuidad en la dirección técnica del BNDG, evitando interrupciones en su funcionamiento mientras se organiza el concurso público para la designación definitiva del cargo.
El dato genético como política de Estado: ¿por qué Milei prorrogó a Mariana Herrera Piñero?
En medio de una Argentina atravesada por recortes, reestructuraciones y debates sobre el rol del Estado, el Gobierno de Javier Milei decidió prorrogar la designación de Mariana Herrera Piñero como Directora General Técnica del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Pero… ¿por qué? ¿Qué significa esta decisión en un contexto donde cada peso público se cuestiona?
El Decreto 422/2025, publicado este 23 de junio, formaliza esta prórroga “hasta tanto se realice un nuevo concurso público”. Suena burocrático, pero en realidad revela mucho más.
¿Qué es el BNDG y por qué importa?
El Banco Nacional de Datos Genéticos, creado por la Ley 26.548, no es un banco más. Su función es preservar y analizar material genético para resolver delitos de lesa humanidad cometidos hasta el 10 de diciembre de 1983.
Sí, hablamos de un organismo clave para identificar nietos apropiados durante la dictadura militar, una herramienta científica al servicio de los derechos humanos. Y su directora no es una figura decorativa: debe ser experta en Genética Forense, y elegida tras un concurso público.
¿Quién es Mariana Herrera Piñero?
Designada en 2021, Herrera Piñero tiene un perfil sólido: bioquímica con experiencia reconocida, fue responsable de proyectos emblemáticos de identificación genética. Su continuidad garantiza estabilidad técnica en un contexto institucional delicado.
Aunque su mandato terminó en mayo de 2025, el decreto de Milei prorroga su designación, justificando la medida en la necesidad de evitar que se paralice el organismo mientras se organiza un nuevo concurso.
¿Una señal de continuidad en medio de la motosierra?
En lo discursivo, el Gobierno libertario ha sido crítico del gasto público, pero esta decisión marca una excepción estratégica. Lejos de eliminar el BNDG —como algunos rumores habían insinuado en redes—, Milei decide sostener su estructura y liderazgo técnico. ¿Es una concesión al sistema de derechos humanos? ¿O un gesto de gobernabilidad mínima para evitar conflictos innecesarios?
Recordemos que el BNDG fue recientemente transformado en un organismo desconcentrado, ahora bajo la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, lo que podría abrirle nuevas puertas a nivel presupuestario y de autonomía funcional.
¿Qué dice el decreto 422/2025?
El documento oficial establece:
- La prórroga de Mariana Herrera Piñero desde el 17 de mayo de 2025.
- La vigencia de esta designación hasta que se realice el nuevo concurso público.
- Que los fondos necesarios serán provistos por la Jefatura de Gabinete, bajo su nueva Secretaría de Ciencia.
Esto, dicho en criollo, deja a Herrera Piñero en el cargo por tiempo indeterminado, al menos hasta que el Gobierno se decida a activar el concurso, lo cual podría tardar… o no llegar nunca.
¿Qué implicancias tiene esta prórroga?
- Continúa la trazabilidad genética: Las investigaciones en curso —muchas veces judicializadas— no se frenan.
- Evita el vacío institucional: designar a alguien nuevo sin concurso violaría la ley.
- Se preserva la memoria y justicia: aunque el BNDG no es un actor político, su rol tiene impacto en la agenda de derechos humanos.
Además, en tiempos donde los organismos científicos son cuestionados o recortados, esta prórroga podría leerse como un reconocimiento tácito a su valor.
¿Qué puede pasar ahora?
Todo dependerá de si el Ejecutivo activa el concurso público. Pero atentos: la ley habilita a reelegir al director saliente. Es decir, Herrera Piñero podría quedarse si así se decide. Y en tiempos donde la ciencia y los DDHH no suelen estar en el centro del discurso oficial, mantener a una figura técnica puede ser más político de lo que parece.
¿Casualidad? ¿Calculo? ¿Necesidad?
Conclusión: ¿el ADN también tiene ideología?
En una Argentina polarizada, donde los archivos, los datos y las memorias son constantemente disputados, el Banco Nacional de Datos Genéticos se sostiene como uno de los pocos lugares donde la ciencia forense es política sin ser partidaria.
¿Seguirá siendo así en los próximos años? ¿O esta prórroga es solo una pausa antes de una posible reconfiguración?
🧠 Pregunta final provocadora
Si el futuro del país está en los datos, ¿quién controla esos datos? ¿El Estado científico, la memoria colectiva… o el algoritmo político del momento?